El minotauro en su columpio
Hay veces que despierto con tu espalda
Pero no quiero abrir los ojos
Pues sé muy bien que ya no estás
Los nubarrones acudieron prestos al llamado de ese minotauro
Que se mecía en su columpio
Con sus truenos nos arrasó
Como dijo aquella sabia
No existe nada más entero
Que un alma rota en mil pedazos
Como dijo aquella sabia
No existe nada más entero
Que un alma rota en mil pedazos
El edificio oxidado era nuestra guarida
Los fantasmas de los perros
Nos saludaban cual si fueran reales
Nuestros bailes, nuestros besos, nuestro universo de vocales
Aquellas risas desbordadas
Sacrificadas en el fuego que era nuestra oración
Como dijo aquella sabia
No existe nada más entero
Que un alma rota en mil pedazos
Como dijo aquella sabia
No existe nada más entero
Que un alma rota en mil pedazos
Cuando camino por las calles yendo hacia los recuerdos
Aparecen silenciosos los que ya no serán
La distancia no era metafísica
Más bien nos alejó la ideología voraz
En ese sótano festivo las miradas ignoraban
La conspiración que las habría de ofuscar
La medianoche nos mecía con ilusiones borrachas
Las mismas paredes querían cooperar
Los vaticinios colapsaron
Un presente anegado
Que soñaba con ser futuro
Conservemos nuestros nombres
Aquellos que nos dimos
Por si algún día pudieran
Volver a aflorar
Ilustración: Zsu Szkurka
Dirección de video: Lizbeth Ibarra